lunes, 6 de mayo de 2024

Espada para Oficial del Cuerpo de Sanidad Militar, modelo 1886

Antecedentes Históricos:

En la Cartilla de Uniformidad para el Cuerpo de Sanidad Militar, aprobada por Real Orden de 14 de Diciembre de 1886, se describe con todo detalle el armamento para "Los señores Inspectores de Primera y Segunda Clase asimilados á Oficiales Generales". En el apartado de la espada que debieran portar, podemos leer:

"Espada (lamª 5ª) ceñida, igual á la que se describirá para Jefes y Oficiales, y para montar, sable de tirantes con cinturón y correaje de charol negro como el que se reseña para todo el Cuerpo. Para gala llevará cordón porta-sable (lamª 3ª) y borla de oro y seda, color encarnado, y para diario cordón negro de pelo de cabra terminado con una borla de lo mismo".

Esta primera descripción nos emplaza al modelo que describe como para Jefes y Oficiales que podemos encontrar más adelante bajo el título "Vestuario y Armamento para los Jefes y Oficiales Médicos y montura para los caballos de los mismos":

"Espada recta (lamª 5ª) con hoja de primera de las fabricadas en Toledo, de dos filos hasta el primer tercio, y de 0 m, 76 de largo sin contar la espiga por 0 m, 15 de ancho, vaina de cuero negro con contera y boquilla de metal dorado, llevando ésta en su centro un botón de lo mismo con el escudo español cincelado para suspenderla del tahalí. Guarnición de metal dorado calada, de 0 m,15 de altura; Puño y ramal de lo mismo dejando un hueco de 0 m,55; cazoleta combada hacia arriba de 0 m,53 de ancho cuyo remate imita la cabeza de un perro; llevando la monterilla una hoja de olivo cincelada la que sujeta al ramal por medio de una perilla atornillada..."

"Sable de Tirantes (lamª 5ª), su guarnición, cazoleta y rama serán iguales á los de la espada; el puño forrado de piel de zapa blanca, constituyendo la monterilla la cabeza de un león; hoja curva, de longitud y clase igual á la de la espada de 0 m, 02 de ancho, vaina de acero con dos anillas..."

Como podemos comprobar en dicha Cartilla, hace una clara distinción entre la espada y el sable atendiendo a la arquitectura de la hoja y morfología de guarnición, aclarando en texto posterior, en que momento ha de portarse una u otro en función de las circunstancias del servicio.

Queremos hacer esta pequeña aclaración en cuanto a las diferencias existentes entre ambas armas, partiendo de la principal de ellas y ampliamente aceptada, y refrendada en dicha cartilla,  que sería la arquitectura de la hoja, siendo recta de dos filos en el caso de la espada, y curva de un filo en el caso del sable.

Es importante como digo este pequeño paréntesis, pues vamos a encontrarnos en múltiples ocasiones, tanto en el modelo que nos ocupa, como en otros modelos reglamentarios, que la guarnición diseñada para el sable, monta hoja recta de espada, debido en parte a la moda o capricho del oficial, unido a la laxitud muchas veces en la aplicación del reglamento, siendo éste, el caso que nos ocupa en el ejemplar que ilustramos.


Detalle de la "Cazoleta Combada hacía arriba", Galluelo y Monterilla
en cabeza de León.

Centrándonos en la guarnición que se describe para el sable, nos encontramos que la principal diferencia con su homóloga espada, radica en la forma de la monterilla, rematando ésta en cabeza de león al igual que otros modelos de sable anteriores como podría ser el 1844/57 para oficial del Cuerpo General de la Armada, y aunque la descripción en cuanto a formas y medidas es bastante completa, no hace alusión al medallón de la guarda con el emblema del Cuerpo de Sanidad, ni al extraño mascarón que adorna el aro guardamanos de este modelo en concreto del que hablaremos más adelante. Por el contrario, si nos describe la guarnición de "cazoleta combada hacia arriba" y calada, en lo que hoy describimos como de barquilla, así como el remate del galluelo en forma de cabeza de perro, 


Detalle del medallón con el emblema del Cuerpo de Sanidad Militar, 
consistente en una orla de ramas de olivo sobre campo llano, y del galluelo 
en forma de cabeza de cánido.

En el apartado de vestuario de la Cartilla de Uniformidad, podemos leer que "las Ramas de Olivo", son el emblema del Cuerpo de Sanidad Militar, y aunque no se encuentre descrito en el armamento, podemos verlo cincelado en el medallón de la cazoleta de nuestro sable, formando una orla en la que destaca la ausencia de la conocida cruz de Malta que aparecerá posteriormente en el nuevo Reglamento aprobado por Real Orden de 21 de Octubre de 1909.


Detalle del mascarón del aro con rasgos moriscos

Entre los diversos calados de carácter tanto vegetal como geométrico, que decoran la cazoleta y el aro guardamano, hay un elemento que destaca en este modelo y que trae de cabeza a diversos especialistas en la materia, y nos referimos al mascarón que muestra una faz barbada en el aro guardamanos.

Si consultamos la Cartilla de Uniformidad de 1886, veremos que figura en la ilustración de la lámina número 5, pero no se hace descripción alguna del mismo o de lo que representa.

Ilustración de la Espada y Sable para Jefes y Oficiales de Sanidad Militar
Cartilla de Uniformidad de 1886

Dicho rostro puede aparecer representado con distintas personalidades, y en función de la factura del arma, podemos encontrarlo con cierto carácter de divinidad, o con facciones clásicas e incluso moriscas, pero siempre con la característica común de mostrarse barbado. Esta particularidad unida al desconocimiento de qué o a quien representa, ha levantado un sinfín de dudas y especulaciones entre los expertos.

Así en palabras de d. Vicente Navarro en su "Representaciones de la Mitología Griega en Espadas y Sables del s. XIX", en referencia a dos sables uno de Oficial de Sanidad Militar modelo 1909, y otro Oficial de la Cruz Roja del Reglamento de 1947:

"... En ambos aparece una efigie barbada y bigotuda con cara de malas pulgas que identificamos como Esculapio, hijo de Apolo y Coronis, que fue educado con sabiduría por el Centauro Quirón en el arte de la curación de enfermedades...".

No le falta razón a mi querido amigo, siendo la de Esculapio (del griego Asclepio) como Dios de la medicina y curación la opción mayormente aceptada, pues que mejor simbología para el arma de un Oficial cuya dedicación es el intento de curación. Véase la dualidad existente al colocar la efigie del Dios de la sanación sobre un instrumento diseñado para lo contrario...

No obstante la diversidad de caracteres encontrados y formas de dicha faz, nos han llevado últimamente a plantear posibles alternativas.

Fotografía del trabajo de d. Vicente Navarro
"Representaciones de la Mitología Griega en Espadas y Sables del s. XIX"
En el ejemplar de la izquierda podemos observar un rostro divinizado, mientras que en el ejemplar de la derecha se trata de un rostro más humanizado. En ambos podría representar al Dios Asclepio/Esculapio. 

En la fotografía anterior el sable de la derecha muestra como digo un rostro más humano con un corte de pelo de estilo greco-romano, y que a priori identificamos con la citada divinidad, aunque sin pruebas fehacientes de lo anterior, podemos especular con todo un panteón de ilustres médicos, físicos y cirujanos de la antigüedad, nuevamente en palabras de d. Vicente: Hipócrates, Dioscórides... sin olvidarnos de nuestro propio santoral: San Lucas, San Pantaleón, San Cosme o San Damían...

Hasta ahí las hipótesis son todas válidas, y especular es gratis en espera del documento que nos ilumine, pero ¿Que ocurre cuando nuestro mascarón tiene rasgos claramente orientales o moriscos como en el ejemplar a estudio?.

No debemos olvidar que tanto el Judaísmo como el Islam han dado grandes figuras en el campo de la medicina y la cirugía, ¿No podría ser la efigie de nuestra espada tocado con esas grandes barbas y un turbante la representación de Abulcasis, médico andalusí del siglo X y padre de la cirugía moderna?

Está claro que hasta la aparición de un posible documento aclarador, la incertidumbre esta servida.


El Ejemplar que Ilustramos:

Se trata pues de una espada atendiendo a su arquitectura de hoja recta, pero monta la guarnición correspondiente al Sable Para Jefes y Oficiales del Cuerpo de Sanidad Militar modelo 1886, según la Cartilla de Uniformidad del Citado Cuerpo en dicho año. (las diversas licencias en cuanto a su fabricación, nos indican que podría muy bien tratarse de una pieza realizada a capricho).

La guarnición de latón dorado, está formada por una cazoleta de barquilla profusamente labrada y calada con diversos motivos vegetales que se vuelven geométricos en el aro guardamano. El puño realizado en marfil con gallones y torzal de alambre se fija mediante una virola decorada, y una monterilla corrida que remata en cabeza de león.


La calidad del diseño en cabeza de León, y el puño de marfil en lugar de 
la zapa blanca descrita en la Cartilla,  denotan un elevado status del Oficial propietario. 


Detalle de la decoración geométrica del aro

En la parte anterior de la guarda existe un medallón con el emblema del Cuerpo, una orla de ramas de olivo sobre campo llano, y en el aro delimitando los dos estilos o patrones decorativos el citado mascarón con la efigie barbada.


Tiene Hoja recta, niquelada con leve bigotera, lomo cuadrado al interior en sus tercios fuerte y medio, y al exterior en el fuerte, y filo corrido al exterior a partir de la mitad de la misma, haciéndose doble en la punta. Dos canales paralelos recorren en longitud ambos lomos al interior y exterior. Sobre un plano de la bigotera se encuentra marca de fabricante del comercio o contrata. Tiene vaina de acero niquelado provista de una abrazadera y anilla, que contrasta con la descripción reglamentaria de "Sable de tirantes", para lo cual la vaina debiera poseer dos anillas (véase la ilustración de los figurines de la Cartilla)


Marca de Fabricante "Contrata"
"FABRICA DE TOLEDO"



Longitud Total:    mm
Longitud de la Hoja:  mm
Ancho de la Hoja:   mm
Grueso de la Hoja:  mm



Espada para Oficial del Cuerpo de Sanidad Militar modelo 1886 (a capricho)
Col. d. José Alberto Fernández Gil

Ilustración de Uniformidad para Oficiales y Tropa de Sanidad Militar
Cartilla de Uniformidad de 1886

Nótese en ambas ilustraciones que el sable de tirantes mostrado (cabeza de león), está provisto de hoja
recta en contraposición a lo dictado en el apartado de Armamento de la Cartilla de Uniformidad de 1886
"... hoja curva de longitud y clase igual á la de la espada..."



Agradecimientos:

Queremos mostrar nuestro agradecimiento a d. José Alberto Fernández Gil, por habernos cedido amablemente la espada de su colección para el presente artículo, así como a d. Vicente Navarro por la fotografía de su artículo y por sus constantes aportaciones estimulando la inquietud por encontrar las muchas veces escondida verdad...


Bibliografía:

- Cartilla de Uniformidad para el Cuerpo de Sanidad Militar, Madrid 1886
- Armamento Portátil Español 1764-1939. B. Barceló. Madrid 1976
- 3 Siglos de Armamento Portátil en España. B. Barceló. Cala Millor 2002
"Representaciones de la Mitología Griega en Espadas y Sables del s. XIX" / Vicente Navarro Serra /2020/ Colección Artículos J.L. Calvó 

martes, 9 de abril de 2024

Llaves en Armamento Portátil Español

La industria armamentística no podría entenderse sin comprender a su vez la evolución de los distintos sistemas de ignición en las armas de fuego, es por ello que vamos a dedicar este capítulo a alguna de las Llaves Reglamentarias Españolas tanto de chispa o pedernal como posteriormente de percusión.

El continuo avance tecnológico en dicho campo dio como fruto distintos modelos y mejoras que los Maestros Armeros diseñaban y aplicaban con el fin de conseguir la máxima eficiencia y resultados en el producto final. Las primitivas llaves de mecha y serpentín dieron lugar a los modelos de rueda con resorte, en los cuales y tras liberar el mismo la rueda giraba a gran velocidad sobre el pedernal previamente dispuesto produciendo la chispa para la ignición del polvorín. (Es posible que el término "llave" derive de estos modelos de rueda, en los cuales literalmente se daba cuerda con una llave cual si de un reloj se tratase)

Los modelos de llave de rueda, en los cuales la zapata que sujetaba el pedernal era de movimiento libre, siendo la citada rueda la que cargaba el resorte, dieron paso a un sistema más avanzado, en el cual el pie de gato que fijaba el pedernal mediante las zapatas o quijadas, se cargaba mediante un fleje templado, cuya liberación a través de la cola del disparador producía el golpe de la piedra contra el rastrillo dando lugar a la chispa. La llave de Chispa había nacido.

Varios fueron los modelos tanto en el ámbito civil como militar, que evolucionaron desde este nuevo sistema, hasta llegar a los de percusión y posteriormente de fuego central, vamos pues a centrarnos en las llaves militares de Ordenanza incluyendo algunos de los ejemplos más representativos.


Llave Mixta de Chispa modelo 1801

Este primitivo modelo de llave usado principalmente en la Pistola de Caballería y Dragones modelo del año 1801, estaba dotado de un característico pie de gato de grandes quijadas rectas, y provisto de una uñeta que actuaba de retén una vez comprimido el muelle real. El hecho era que al cargar el citado pie de gato, el desplazamiento de dicha uñeta hacia arriba, permitía asomar a través de la platina, una pequeña muesca que quedaba trabada en la uñeta, a esperar ser liberada mediante la cola del disparador.

La cazoleta del polvorín fabricada en latón, se protegía con la tapa del rastrillo accionada mediante un fleje exterior. Dos tornillos pasantes fijaban la llave a la cureña del arma.

Llave de Chispa modelo 1801

Interior de la llave de Chispa modelo 1801

Pistola para Caballería y Dragones del modelo 1801


Llave "a la francesa" modelo 1812 (mejorada Bustinduy)

La llave modelo 1812, denominada a la francesa, es una clara inspiración del modelo francés del año 7 (1798-99) y como ésta, sitúa el plano de la cazoleta de latón de forma oblicua para facilitar el cebado del arma sin tener que poner ésta en posición estrictamente horizontal. De igual manera la forma acorazonada del espacio existente bajo la quijada inferior que difiere del modelo posterior de 1828 en que pasaría a ser redondo. Otro dato relevante, es el estriado del rastrillo característico en las llaves españolas, aunque citando a Calvó en su obra, a partir de la mejora de 1812, ocasionalmente figurasen rastrillos de superficie lisa.

La Mejora de 1812 Bustinduy, (7 de octubre de 1812) por Antonio Bustinduy Examinador Mayor, se aplicó a todas las piezas producidas para los armamentos de munición destinados al ejército entre los años de 1815 y de 1828, en que se aprobó el nuevo modelo de llave. 


Llave de Chispa modelo 1812 (mejora Bustinduy)


Interior de la llave de chispa modelo 1812 marcada "ARANA"


Pistola de Caballería modelo 1815 con llave 1812


La aparición de las cápsulas de fulminante, hicieron rápidamente desparecer los sistemas de chispa o pedernal, dada la mayor fiabilidad y rapidez de maniobra que suponían. Los mecanismos de ignición en los armamentos portátiles fueron modificados para adoptar este nuevo sistema dando lugar a las denominadas llaves de percusión.



Llave de Percusión modelo 1846

La Llave modelo 1846, era la mejora transformada al nuevo sistema de la llave de chispa modelo 1828, carente de cadeneta, y con el árbol de la nuez en sección cuadrada para el posicionamiento del martillo percutor. El muelle del guardacebos iba alojado en un cajetín, y su fijación a la caja del arma era mediante dos tornillos pasantes y portavís.

Llave de Percusión modelo 1846 (Fechada en 1852 en la Fábrica de Oviedo, Contrata Ramos)

Interior de la Llave de Percusión modelo 1846 (Podemos observar la ausencia de cadeneta)

Tercerola para Caballería modelo 1846 con llave de Percusión modelo del mismo año


Llave de Percusión modelo 1854

En la llave modelo 1854 se aplicaron una serie de mejoras como fue en primer lugar la incorporación de la famosa cadeneta que conectaba la nuez con el muelle real. Por otro lado se suprimía el tornillo de fijación del muelle real, siendo sustituido por una cuña de apoyo por presión. Los tornillos de fijación al arma también sufrirían modificaciones, desplazándose el que fijaba bajo el martillo en el modelo 1846 hacia la parte posterior de la nuez con un amplio resalte cilíndrico que hacía las veces de tope de ésta, a la vez que fijaba el muelle de la cola del disparador eliminado el tornillo anterior existente para tal fin. El segundo tornillo de fijación al arma también desaparecía sustituyéndose por un rebaje circular que engarzaba sobre un pasador fijo en el arma. En el caso del árbol de nuez se adoptaría el de sección cilíndrico con chaveta, como ya se usase en la variante de la llave modelo 1846 para la Pistola modelo 1852.


Llave de percusión  modelo 1854 (Fechada 1857 en la Fábrica de Artillería de Placencia,
 Contrata A.Iraola. Obsérvese que no conserva el guardacebos correspondiente)

Interior de la Llave de Percusión modelo 1854 (podemos observar en primer lugar la presencia 
de cadeneta, así como la fijación del muelle real por cuña y no por tornillo como en 
el modelo 1846)


Llave de Percusión modelo 1857

La llave modelo 1857 aparece con los modelos del mismo año de carabina, mosquetón y tercerola, todos ellos de ánima rayada. Su principal diferencia con los modelos anteriores radica en la desaparición del guardacebos, para lo cual la nuez permitiría un nuevo posicionamiento del martillo evitando la posible pérdida o caída de la cápsula fulminante. La fijación a la caja del arma se hará mediante dos tornillos pasantes, sustituyéndose el portavís por dos arandelas. La transmisión del muelle real mantendrá la cadeneta del modelo 1854.

Llave de Percusión modelo 1857/59 (Reforma Anckermann)

En 15 de agosto de 1859 La Dirección General de Artillería, aprobaba la reforma propuesta por d. Antonio Anckermann consistente en la modificación de la brida de la nuez y el fiador, suprimiendo el tornillo que hacia de eje del mismo, por un eje solidario, reforma fácilmente reconocible al mostrar tres tornillos la platina de la llave tras el martillo, siendo el del medio el citado eje del fiador.


Llave de percusión modelo 1857/59 con reforma Anckermann, fechada en Oviedo en 1866


Interior de la llave de percusión modelo 1857/59 con la reforma Anckermann, en la cual podemos
comprobar el eje del fiador entre los dos tornillos.


Llave de Percusión modelo 1857/59 de la Fábrica de Artillería de Oviedo, fechada en 1866
Se puede apreciar la existencia de los tres tornillos tras el martillo percutor
propios de la reforma Anckermann de 1859




Llave de Percusión modelo 1857/59 con reforma 1867 (Berdam)

La necesidad de dotar de armamento moderno con sistema de retrocarga a nuestras unidades, hizo que la Junta Facultativa de Artillería, crease una subcomisión encargada de valorar las distintas opciones posibles, inclinándose por el sistema desarrollado por el ingeniero estadounidense Hiram Berdam, para lo cual partiendo del anterior modelo de llave del año 1857/59, se modificó la curvatura y longitud del martillo percutor, para que actuase sobre una aguja percutora dispuesta dispuesta para tal fin sobre la recámara previamente cortada y modificada.

Este nuevo sistema mejorado por el artillero Artemio Pérez, fue aprobado definitivamente en 14 de diciembre de 1867, para las carabinas del modelo 1857 y fusiles del modelo 1859,en lo que se conoció como transformación Berdam.

Carabina 1857 modificada al sistema Berdam de 1867. Llave fechada en Oviedo en 1863



Bibliografía:

-Armamento Portátil Español 1764-1939. B. Barceló. Madrid
-Tres Siglos de Armamento Español. B.Barceló. Cala Millor. 2002
- La Historia de las Armas de Fuego Portátiles a través de la Colección del Museo del Ejército. Ministerio de Defensa. / José Borja Pérez / Madrid 1999
-Armamento Español en la Guerra de la Independencia. Ministerio Defensa.  J.L. Calvó Madrid 2008
-Tratado de Artillería para uso de la Academia de caballeros Cadetes del Real Cuerpo de Artillería. Tomo II. Tomás de Morla. 2ª Edición corregida. Segovia 1816
- Armamento Portátil en la Primera Guerra Carlista.  / J.L. Calvó / Artículos 2015
- Armamento Portátil en la 2ª y 3ª Guerras Carlistas / J.L. Calvó / Artículos 2016

lunes, 1 de abril de 2024

Manolo Turrero y los "abuelos" del Rastro

Han pasado ya 16 años desde que Manolo Turrero nos dejase, y es de justicia que tenga su sitio en este trabajo que sin duda ayudó a gestar aún sin saberlo.

Para ello he recopilado algunos de los textos que en su día escribimos un grupo de Investigadores y Coleccionistas en el antiguo foro de la AEEA (Asociación Española de Esgrima Antigua) bajo el título "Epitafio a Manolo Turrero".

Leyéndolos hoy día que han desaparecido muchos de los "abuelos" mentados, me doy cuenta de cuanta razón tenía al escribir lo que escribí, y la suerte que tuvimos algunos de nosotros, de vivir y conocer una época que jamás se repetirá.


Facultad de Espadología "Manuel Turrero Lucía"
Quien no ha pasado por aquí, No es nadie en este mundo.




Por José Rubio: (Coleccionista) Noviembre de 2008

"Hola a todos, en este día previo a difuntos nos ha dejado Manolo Turrero. La mayoría de vosotros no lo conoció, y apuesto a que jamás oyó su nombre. Sin embargo es justo que tenga un espacio en este foro entre otros. O a mí al menos me lo parece.
Manolo era para mí una institución, y seguro que alguno de vosotros si en algún día entre semana pasasteis por el madrileño Rastro lo visteis al frente de su tienda en la Ribera de Curtidores. Si os hablo de Manolo es porque el fue uno de mis mentores en el mundo del coleccionismo de espadas, y a él entre otros debo el que en las paredes de casa me acompañen piezas con las que ni me había atrevido a soñar antes de conocerle: roperas en todas sus formas, tazas, lazos, espadas de puentes, militares, reglamentarias, sables...
Manolo pasó su vida dedicada a acumular lo que el progreso iba dejando en desuso. De esta manera desde los duros años de nuestra posguerra fue comprando todo aquello que parecía sobrar en el día a día de la gente. Planchas, herrajes, herraduras, pomos de puertas, rejas de ventanas, aperos de labranza, y otros hierros y latones que habían perdido su funcionalidad en los tiempos que corrían. Como podréis imaginar entre todos estos "otros Hierros" había espadas.

No podéis imaginar el enorme privilegio que suponía literalmente desempolvar una taza del XVII en la tienda de Manolo. Piezas totalmente originales que en parte gracias a este hombre llegaron a nuestros días. Piezas que fueron usadas por nuestros antepasados en sus duelos y pendencias. Espadas con las que se escribió la esgrima. Con sus particularidades de peso, equilibrio, forma, etc, perfectamente adaptadas a la función de la defensa y ofensa. Poder aprender no de libros, sino de las piezas directamente ha sido un privilegio impagable. Y eso se lo debo a Manolo Turrero.

Por todo ello considero apropiado compartir con todos vosotros este epitafio. Y literalmente con lágrimas en los ojos os ruego que dediquéis un momento, una oración, un brindis o lo que mas os plazca a la memoria de este hombre que fue uno de mis maestros.

Por Manolo Turrero R.I.P.

Gracias."

 Por Oscar Torres: (Maestro de Esgrima) Noviembre 2008

"Yo tuve el privilegio de conocerle, aunque sólo de las veces que entre en su tienda a comprarme algún "hierro". Ojalá hubiera podido aprender más con él".


Por  Adolfo Bernalte: (Investigador  Coleccionista) Noviembre 2008

"Como ha dicho José, hoy nos hemos levantado con la triste realidad de que nuestro amigo Manolo nos dejaba para siempre, y se ha ido como vivió, sin hacer ruido, con la prudencia que durante todos estos años que hace que le conozco le ha caracterizado.

Manolo ha sido una institución en el Rastro Madrileño. Es uno de los pocos abuelos que quedan en tan castizo mercado. Montando día a día su tenderete, he aprendido junto a él, desde que siendo yo apenas un chaval tuve el honor y privilegio de conocerle. Fue la primera persona que me enseño a distinguir las piezas buenas de las malas, y muchas otras cosas que merecerían un capítulo entero. No sólo nos ha enseñado a nosotros, hubo otra generación anterior que también tuvo el privilegio de aprender con él, como así lo atestiguan algunas de las dedicatorias que en algunos libros del oficio he podido leer.

Como coleccionista le debemos algunas "joyas" que hoy engrandecen nuestras colecciones, pero la mayor de todas ellas, ha sido tratarle durante todos estos años, vanagloriarme de su amistad...

En fín, es difícil intentar resumir en unas pocas palabras tantas cosas vividas.

Desde aquí y como hemos hecho en otras ocasiones con los "Grandes Maestros" que nos han dejado, dedico esta pequeña reflexión a mi amigo Manolo, que desde donde esté nos siga enseñando.

Descansa Amigo..."


Manuel Turrero con el Autor. 2008


 

Por Marc Gener: (Investigador Csic) Noviembre 2008

"Yo lo pillé tarde. La vida es lo que tiene, no respeta nada. Sin embargo, al amparo de Manolo Turrero y su tienda se criaron las últimas generaciones de coleccionistas de arma blanca, entre otras cosas. No se podría concebir el mundillo tal y como es ahora sin él. Yo que me introduje levemente en los círculos madrileños, me daba de bruces con él o con su sombra a cada paso. "¿ Y esta maravillas? ¿De donde la has sacado?" "Manolo" "Ah Claro". Así de engranado estaba el tejido de la afición 

Con Manolo, con el maestro Turrero, se va no sólo una institución en el mundo del coleccionismo, sino también parte del viejo espíritu del Rastro, que, para lo bueno y para lo malo, personifica de una manera muy especial como son las cosas en Madrid. 

Con su partida, las cosas ya no serán nunca iguales, a muchos, muchos niveles.

Un brindis y un saludo, Maestro. Se le echará de menos."

 

Por Juanjo Pérez: (Investigador Coleccionista) Noviembre 2008

"A mí me sucedió algo similar a lo de Marc. Llegué algo tarde, pero no se ha ido sin que visitase en bastantes ocasiones su tienda, alguna muy reciente. Tenía algo mágico, dentro del ritual que para mi suponía recorrer la Ribera de Curtidores -con paradas casi fijas en las diferentes tiendas que algo tenían o podían tener que ver con el mundo de las espada- entrar en su pequeño rastro dentro del Rastro. Revolver por los hierros, ojo avizor por si algo asomaba. En los últimos tiempos, las posibilidades de desempolvar roperas eran remotas pero algo siempre podía salir. La promesa siempre estaba ahí.

¿Puedo pasar a echar un vistazo? - Adelante, joven, mire usted lo que quiera- fórmula que era parte indispensable de este ritual. Si no fuese por Ella, la inevitable, Manolo seguiría en su puerta siempre.

Turrero ha muerto. El Rastro se muere."


Por Adolfo Bernalte: Noviembre 2008

En la Crónica "El Rastro y los Coleccionistas" de d. Ricardo Donoso Cortés y Mesonero Romanos podemos leer:

"Manolo Turrero nace y vive en el Rastro. Ayuda a su padre en la venta de telas y desde hace veinte años se dedica a la armas antiguas y reproducidas, hierro, mucho hierro, principalmente planchas que tiene por millares, cerraduras, cadenas, cuchillos, cerrojos, rejas y también piezas de bronce como campanas y morteros.

Manolo y Miguel su cuñado, son buenos amigos, muy conocidos en el Rastro. Es curioso ver como al final de la mañana entran los que han tenido puesto y tienen que marchar, para que les compre lo que no han conseguido ellos vender. Un movimiento continuo de entradas y salidas dificulta la conversación, por lo que hay que optar por dejarles que hagan tranquilos sus operaciones mercantiles. Mañana veremos con mejores ojos, lo que no supimos ver en los puestos..."

 

En la Obra "El Rastro" de d. Ramón Gómez de la Serna, que aunque publicada casi una década antes de que naciera nuestro querido Manolo, resume perfectamente, lo que de de alguna manera tanto José, como Juanjo, Marc y Yo mismo os hemos querido transmitir:

"...Hay Espadas de todas clases con inscripciones en la hoja, alguna en latín, alguna de una fanfarronería caballeresca indigna de recordarse...Hay feas espadas de guarnición, de antigua y amanerada forma, que no se sabe quien se llevará, porque son feas para matar dada su forma reglamentaria. su aspecto militar y disciplinado... ¿esperarán quizá una guerra civil, quedas, envainadas afiladas siempre?. Hubo entre todas unas altas y formidables espadas que vivieron mucho tiempo en un rincón obscuro y disimulado, unos grandes espadones llenos de prestigio y alcurnia como los que en vitrinas de museo lucen su ejemplaridad. Siempre entraba hasta el fondo de aquel chamizo para verlas, para comprobar su constancia y entereza, su excepción y cogerlas en vilo un momento y sentir la tentación de comprarlas, cuando un día desaparecieron al fin. Entonces sentí todo lo irreparable del caso y como debí quedarme con aquellos espadones de museo, heroicos, recios, verdaderos, las armas más señoriales y enterizas del Rastro..."

"Esta Reflexión que hace Gómez de la Serna, y aprovechando la cita de Juanjo "El Rastro se Muere" debería hacernos pensar, pues al igual que los espadones se perdieron, nosotros estamos a punto de perder una institución única en el mundo, y no me refiero a un simple mercadillo que los hay en cualquier punto del orbe, sino de una institución, un fenómeno social el cual está francamente en peligro de extinción. Por eso desde aquí os invito a que cuando paseéis por las calles del Rastro os detengáis a mirar, os detengáis a aprender, hablad con los pocos "abuelos" que aún habitan tan extraordinario ecosistema. Personas como Telesforo que con casi un siglo de vida le veréis día a día con un cristal en la mano quitando el barniz a los muebles mientras os cuenta como hizo el servicio militar en el recién creado Arma de Aviación. Como Isidoro que con casi ochenta años sigue trapicheando con sus hierros, deseando contaros alguna historia interesante como que las gallinas y otros animales de granja corrían por la Ribera de Curtidores hace 60 años, o como Manolo que recientemente en nuestras charlas matutinas me contaba como en uno de los bombardeos durante la Guerra Civil, cayó un bomba enfrente e su tienda y no explotó, y allí pasó varios días hasta que la retiraron...

Disfrutad de ese Rastro o lamentaréis su pérdida mucho antes de lo que creemos, como le pasó a Gómez de la Serna con sus espadones..."


Abril 2024

Hoy he vuelto a ver a mi gran amigo Miguel (cuñado de Turrero), y último de esa antigua dinastía de "abuelos" a la que hacía mención líneas atrás.

Con sus 89 años, recorre con ojos de experto cada domingo los puestos del rastro, en busca del pequeño tesoro al que más tarde dará forma en su tallercito por el simple placer de hacerlo, de seguir haciéndolo...

Miguel Sánchez con el autor, Abril de 2024


Sin duda todos estos "maestros" merecerían un artículo mucho más extenso y dedicado, pero hoy tan sólo quiero traerlos un poco a la memoria...

Dedicado a Manolo, Lucio, Isidoro, Telesforo, Paquita, Ginés y tantos otros que ya no están, y por supuesto a Miguel y Pedro que nos duren muchos años más...


Madrid 6 de mayo de 2024

Recientemente nuestro amigo d. Vicente Navarro se ha unido a la morriña de rememorar a tan ilustre personaje de nuestro Rastro madrileño, y dejo aquí el enlace a su entrañable publicación: Jardín de Nostalgias


miércoles, 13 de marzo de 2024

Carabina Rayada para la Artillería e Ingenieros "modelo" 1855/57

 Antecedentes Históricos:

La Carabina Rayada modelo 1857, fue un modelo declarado reglamentario por R.O de 4 de mayo de 1857, tratándose de una evolución del anterior modelo del año 1855 con ciertos cambios o mejoras en la llave. Éstas consistían entre otras en la adopción de dos tornillos pasantes de fijación de la misma carentes de portavís, o la supresión del guardacebo, para lo cual el martillo permitía una posición de seguro que impedía la caída y pérdida de la cápsula fulminante. 

Este modelo de llave denominado de igual forma como modelo 1857, estaba dotado de cadeneta y fue adoptado tanto para las carabinas como las tercerolas y mosquetones, unificando de esta manera todos ellos y facilitando el intercambio.



La carabina montaba todas sus guarniciones en hierro, a diferencia de sus modelos antecesores que lo hacían de latón. Éstas consistían en dos abrazaderas abiertas ajustables mediante tornillo, la mayor de ellas provista de anilla para la correa portacarabina. El guardamonte también en hierro disponía de la segunda anilla afianzada mediante un tornillo a la planchuela de la cola del mismo.
Dado el mayor alcance efectivo de las nuevas carabinas de ánima rayada frente a las de ánima lisa, se dotó a éstas de un alza de corredera y puente de escalones ascendentes, regulada para las distancias de 200 a 900 metros, estando fijada al cañón mediante una abrazadera.

Podemos diferenciar dos modelos diferentes en cuanto a la fabricación de nuestra carabina, siendo fácilmente reconocibles por la forma del guardamonte, usando la del modelo anterior del año 1855 en  los primeros ejemplares con formas más redondeadas, y posteriormente un diseño más achatado en lo que sería el segundo modelo, posteriormente ambos casos serían considerados como primer modelo, siendo realmente el segundo el que adoptase las modificaciones mandadas introducir por la R.O. de 31 de mayo de 1860 consistentes en la modificación del alza a escalones descendentes para unificarlo con el fusil, de igual manera se introdujeron una serie de mejoras que afectaban a la brida de la nuez llevadas a cabo por el armero d. Antonio Anckermann, aprobándolas la Junta Superior Facultativa para su colocación en carabinas, mosquetones y tercerolas, en acta de 15 de agosto de 1859, en lo que se conoce como "Modificación Anckermann", fácilmente reconocible por la existencia de un tercer tornillo en la platina tras el martillo percutor. Otra serie de modificaciones afectaron al calibre del arma, reduciendo sus tolerancias en un intento de unificar algo más la munición.

La baqueta realizada en hierro presentaba la punta del atacador cóncava ojival, y una faja de latón para reservar el rayado del ánima.



Detalle de la cabeza de los tornillos pasantes y la ausencia de portavís

Existen diversas versiones del modelo 1857 que aportan ligeras diferencias en cuanto a las dimensiones y longitud de la boca del cañón al casquillo, en base al tipo de bayoneta que porta:


Versión para Artillería e Ingenieros con machete-bayoneta modelo 1858, en la cual la posición del casquillo, se encuentra muy retrasada a 184 mm del plano de boca de cañón, frente a los 77 mm del modelo normal. En esta versión el machete-bayoneta se coloca de forma lateral, quedando la hoja del mismo en plano horizontal a la derecha del cañón cuando éste apunta al frente.

Versión para Infantería de Marina con sable-bayoneta modelo 1858, en la cual el casquillo está situado a 112 mm del plano de boca del cañón, estando dotado éste último de un riel de encastre lateral donde se afianza el puño de la bayoneta quedando el plano de la hoja en posición horizontal. Barceló en su "3 Siglos de Armamento Portátil" indica que el rayado del ánima es a izquierdas.

Una nueva versión para Artillería e Ingenieros con el machete-bayoneta modelo 1861, en la cual el casquillo se encuentra a 129 mm del plano de boca del cañón, y con el mismo sistema de riel lateral para afianzar el puño de la bayoneta, siendo pues idéntica a la versión anterior, salvo en la distancia al casquillo y en el rayado del ánima.


Lámina de Armas para Infantería donde podemos ver la Carabina Rayada modelo 1857
en sus diferentes versiones de bayoneta y su posterior transformación al sistema
Berdam de retrocarga en 1867  Álbum de las Armas/Fernando Aramburu 1876


El Ejemplar que ilustramos:

Nos encontramos ante un ejemplar particular que cumple todas las especificaciones de la descripción anterior excepto en sus medidas. Entendemos pues que se trata de un modelo de carabina al estar dotado de dos abrazaderas, sin embargo la longitud total del arma es de 1050 mm frente a los 1229 que debiera tener según las especificaciones generales, estando la boca del cañón a 75 mm del casquillo.

Estas medidas más propias en un mosquetón o tercerola, sin embargo nos hacen descartar éstos últimos debido a que los modelos del año 1857 poseen una sola abrazadera además de montar cureña corta, a diferencia del ejemplar ilustrado.


Nuestra carabina está dotada de un cañón de ánima rayada, finalizando ochavado en la recámara donde podemos ver el cuño de la Fábrica de Artillería de Trubia,  junto con el año de fabricación de 1860 y el número de serie 3177 y un punzón oval con las iniciales "AZ" coronadas.  Monta llave modelo 1857 reformada Anckermann con cuño de la Fábrica de Artillería de Oviedo en 1866.


Detalle de la llave modelo 1857 fabricada en Oviedo en 1866, y mostrando la "modificación
Anckermann" como atestiguan los tres tornillos de la platina tras el martillo percutor


Detalle del cuño de la Fábrica de Artillería de Oviedo y la fecha
de fabricación de 1866 sobre la platina de la llave.


Detalle donde se aprecia troquelado el cuño de la Fábrica de Artillería de Trubia, junto con el año de 
fabricación de 1860 y el número del arma sobre las ochavas del cañón.

Tal como indica el reglamento de 1857, todas sus guarniciones son en hierro pavonado, a diferencia de los modelos anteriores que eran de latón, consistentes en el casquillo, dos abrazaderas provistas de tornillo de apriete estando dotada la primera de la anilla del portacarabinas. El guardamonte achatado propio de la segunda versión antes comentada, en cuya planchuela se encuentra la segunda anilla del portacarabinas. Por último la cantonera igualmente de hierro pavonado.

La cureña de madera de nogal presenta un sello en la culata prácticamente ilegible en el que podemos apreciar la cifra 1557.

Marcaje en la madera casi ilegible donde se aprecia 
el número 1557.

Cabe destacar en nuestro ejemplar, la ausencia del alza en ninguna de las dos posibles versiones descritas de escalones ascendentes o descendentes, ni cajeado alguno en la cureña para la abrazadera de fijación, que indique haber estado provisto de ella.

Se trata pues de un ejemplar curioso en cuanto a sus dimensiones, pues sigue la descripción exacta de la Carabina Rayada modelo 1857, aunque su medida es inferior. Los modelos de mosquetón y tercerola del mismo año, presentan un acabado de caja más corto y la presencia de una sola abrazadera lo que nos hace descartarlos.

Como nota interesante queremos destacar que d. José Borja hace mención en su libro "Historia de las Armas de Fuego Portátiles a Través de la Colección del Museo del Ejército", de un ejemplar que denomina "Carabina de Cazadores modelo 1855" cuya fotografía junto al modelo 1857 para Artilleros, nos da la impresión de cumplir con las medidas de nuestro ejemplar, pero por el momento no hemos podido comprobar de primera mano el citado fondo del Museo del Ejército como para afirmar se trate de dicho modelo. Esta reseña del conocido especialista (Qepd) del antiguo Museo del Ejército de Madrid, no la recoge Barceló en ninguno de sus trabajos en los que describe la Carabina del modelo 1855,  dotada de la llave modelo 1854 con cadeneta y guardacebos. En el libro de Borja, se aprecia perfectamente en la fotografía antes citada como el que describe como "modelo 1855 para Cazadores" monta la nueva llave 1857 idéntica al ejemplar ilustrado en el presente artículo.



Datos Métricos:
Longitud Total del arma: 1050  mm
Longitud del cañón:  670 mm
Calibre: 14,6 mm


Bibliografía:

- Armamento Portátil Español 1764-1939. B. Barceló. Madrid
- Tres Siglos de Armamento Español. B.Barceló. Cala Millor. 2002
- Armamento Portátil en la 2ª y 3ª Guerras Carlistas. Artículos Juan Luis Calvó. 2016-2017
- Llaves de Percusión en el Armamento Portátil Español. Artículos Juan Luis Calvó. 2004
- Álbum de las Armas blancas de fuego portátiles y Artillería de Campaña que actualmente usa el Ejercito Español / Fernando Aramburu y Silva / Madrid 1876
- Historia del Armamento Español / Sopena Garreta / Barcelona 1979
- Historia de las Armas de Fuego Portátiles a través de la Colección del Museo del Ejército / J. Borja Pérez / Madrid 1999

martes, 12 de marzo de 2024

Sable para Oficial de Caballería modelo 1840 (periodo Amadeo I )

 

Antecedentes Históricos:

Con la proclamación como Rey de España de d. Amadeo I de Saboya, por parte de las Cortes Generales en 1870, se inicia en España un corto periodo de reinado de poco más de dos años entre 1871 y 1873 durante el cual las múltiples crisis de gobierno, unidas al creciente conflicto independentista de Cuba y el inicio de la Tercera Guerra Carlista, le obligaron  a abdicar, dando paso a la proclamación de la Primera República.

En este corto espacio de tiempo no destaca principalmente la producción armamentística con nuevos modelos reglamentarios que fuesen aprobados mediante la presentación de proyecto alguno y posterior ratificación por medio de la correspondiente Real Orden, Con lo que encontramos los principales modelos vigentes con la modificación -eso sí- de los atributos reales en el escusón de los escudos, sustituyendo los Lises borbónicos instaurados por Felipe V, por la cruz de la casa de Saboya.




El Ejemplar que Ilustramos:

El modelo de sable para oficial de caballería del año 1840, es un diseño propiamente inglés, basado en los modelos 1822 y subsiguientes del Imperio Británico. Su historia y evolución se tratan en profundidad en  capítulos anteriores, con lo que nos centraremos principalmente en su diseño en base al periodo histórico que nos compete.

Se trata pues de un clásico sable para oficial de caballería del modelo 1840, de guarnición de latón formada por cazoleta cerrada con aro guardamanos. En anteriores capítulos tocábamos el tema de las calidades de fabricación, mencionando la existencia de cazoletas labradas, semi-caladas, y totalmente caladas formadas por decoración vegetal. En el ejemplar que ilustramos, la cazoleta es del tipo calada con grandes relieves y labrados lo que indica una de las mayores calidades existentes en esta tipología de guarnición.

Destaca principalmente en el centro de la guarda, el escudo oval de España con escusón de la casa de Saboya, flanqueado por dos leones rampantes que se enfrentan y sostienen el campo del escudo con sus garras. 

Todo el conjunto con motivos vegetales y heráldicos se encuentra bordeado por una amplia faja de latón liso que asciende hacia el pomo formando el denominado aro guardamanos. Opuesto a éste y en el extremo  anterior de la guarda, un galluelo circular remata la misma.

La empuñadura es de madera gallonada recubierta de piel de zapa o lija negra y alambrada con torzal de latón. Tiene virola y monterilla corrida que remata en el clásico pomo oval de diseño inglés.


Detalle de la Guarnición de Bronce calada con diversos motivos vegetales.
Destaca el relieve y labrado de los mismos. En primer plano el Escudo con las armas de España
y la cruz de Saboya en el Escusón.


 En primer plano el escudo de España sobre el 
plano de la hoja


La hoja del sable es la propia del modelo, de arquitectura ligeramente curva provista de lomos redondos y canales en su primera mitad al exterior, que luego forma filo corrido que se hace doble en la punta. Al interior el lomo se prolonga hasta el nacimiento del contrafilo en el tercio débil.

Toda la mitad fuerte de la hoja esta profusamente decorada en ambos planos con grabados al agua fuerte que representan motivos vegetales, entre los que se inserta la cartela con la inscripción de la data.

"Año de 1871"

"FAB ca De TOLEDO"

Cabe destacar el escudo con las Armas de España y de la nueva dinastía grabado en uno de los planos al arranque de la hoja. El sable debió portar una vaina metálica provista de dos abrazaderas con sus correspondientes anillas, que en la actualidad no se conserva.


Escudo de España con Armas de Saboya
en Escusón.


Longitud Total:   1020 mm
Longitud de la Hoja: 880 mm
Ancho de la Hoja:  24 mm
Grueso de la Hoja: 5 mm


Sable para Oficial de Caballería modelo 1840 (Fechado en Toledo 1871)



Conclusiones:

Nos encontramos con una pieza en la que se unen la alta calidad del labrado de su guarnición junto con el buen estado de conservación y principalmente la importancia del corto marco histórico en que fue fabricada, lo que la convierte en excepcional dados los pocos ejemplares en buen estado que han sobrevivido hasta nuestros días.

Otros Ejemplares del modelo 1840 publicados en el Blog:

- Sable para Oficial de Caballería modelo 1840

-Sable para Oficial de Caballería c. 1846

-Sable para Oficial Caballería modelo 1840


Agradecimientos:

Queremos mostrar nuestro reconocido agradecimiento a la Sala Histórica de la Guardia Real  sita en el cuartel "El Rey" de El Pardo, en las figuras de sus responsables y todo el personal en general, por la calurosa acogida y dedicación con las que hemos sido tratados,  facilitándonos en todo momento el acceso a sus fondos para nuestros estudios.

Fondo número 037 "Sala Histórica de la Guardia Real"


Bibliografía:

-Acero y Armas Blancas. Claudio del Fraxno y Joaquín de Bouligny. Segovia 1850
-Album con las Tablas de Fabricación de todos los modelos de Armas Blancas, Toledo 1867
-Armamento Portatil Español 1764-1939. B. Barceló. Madrid 1976
-3 Siglos de Armamento Portátil en España. B. Barceló. Cala Millor 2002
-Espadas de Montar y Sables de Oficial de Caballería III. Artículos Juan Luis Calvó. 2005

-Diccionario Ilustrado de los pertrechos de Guerra y demás efectos pertenecientes al material de Artillería. D. Luis de Agar y Joaquín Aramburu. Madrid 1866