martes, 24 de enero de 2023

Proyecto de Sable para Tropa de Caballería de la Guardia Real c.1902

Antecedentes Históricos:

El Real Cuerpo de Guardias de la Persona del Rey, tiene su origen a principios del siglo XVIII como  Cuerpo de Reales Guardias de Corps, siendo al regreso del Rey Fernando VII cuando en el Reglamento de 1814 adoptaría la citada denominación que con el tiempo se terminaría simplificando en Cuerpo de Guardias Reales.

Desde su fundación como Instituto Montado, estuvieron dotados del mismo armamento que la Caballería, inicialmente con espadas al uso del modelo 1728 con ligeras modificaciones en cuanto a la guarnición que denotaban su uso por parte de los cuerpos palatinos, así como las inscripciones propias de la hoja.

Proyecto de Sable para Tropa de Caballería de los Escuadrones de la Guardia Real. Toledo 1902


A partir del Reglamento de 1814 y ya con la nueva denominación como Real Cuerpo de Guardias de la Persona del Rey, el armamento se fue adecuando a las nuevas modas y modelos, desde las grandes espadas del modelo 1825 usadas por los coraceros a sables de arquitectura curva del modelo del citado año, por no citar modelos franceses como el 1822, siendo común en todos ellos, la progresiva aparición de las armas de España en amplios medallones sobre las ramas de guarda.

Durante el inicio del siglo XX, El Cuerpo de Guardias Reales, no fue ajeno a los múltiples proyectos de mejora del armamento que, al igual que en la Caballería intentaron sentar plaza de pleno derecho. Así personajes de renombre como El Marqués de Puerto Seguro, o el Capitán de Artillería d. José Robert aportaron sus ideas con mayor o menor fortuna en cuanto a aceptación y resultados, siendo el presente ejemplar una prueba fehaciente de los mismos.


El ejemplar que ilustramos:

Se trata de un proyecto hasta ahora desconocido, -al menos para mí y cuanto investigador he consultado- 
Descubierto por casualidad al ver unas fotos que mi amigo  Javier I. Sanchís, nos mostró de unas espadas pertenecientes a su bisabuelo, d. Agustín Rovira Dorda, -a la sazón Coronel de la Guardia Real- rápidamente llamó la atención la presencia de un sable de formas familiares y a la vez desconocidas.

La guarnición al estilo de nuestro primitivo modelo prusiano de 1860 mostraba en su guarda un amplio medallón calado con las Armas de España grabadas en el mismo, mientras que la empuñadura anatómica compuesta por dos cachas de madera cuadrillada fijas mediante tornillos sobre la espiga plana y rematadas por un fuerte pomo de hierro atornillado, nos trasladaba de inmediato la imagen de los sables para Tropa de Institutos Montados del modelo 1895.

Éstos últimos cuya paternidad debemos al Capitán de Artillería d. José Robert como así quedó demostrado en los estudios del profesor d. Vicente Navarro y de los cuales nos hicimos eco en el capítulo correspondiente, presentaban una clara similitud en cuanto a las formas de la empuñadura con nuestro ejemplar a estudio.

Detalle de la empuñadura anatómica provista de dos cachas de madera cuadrillada sujetas por tornillos



Detalle de la similitud en la empuñadura del modelo
para Tropa de I.M. 1895




Detalle de las cachas de madera cuadrilladas atornilladas sobre la espiga plana de la hoja
y la poca contraguarda ofrecida por el diseño del proyecto


Detalle de la amplia contraguarda existente en el modelo
Prusiano de 1860



La empuñadura como se puede ver en las fotografías, está realizada para ofrecer la máxima comodidad de empuñe, y para ello fue dotada en su diseño de un amplio "gatillo" donde alojar el dedo índice de la mano diestra - se trata de un sable para diestros- que junto con el "almenado" del que está provisto el lomo al arranque de la virola, permitía una mayor precisión a la hora de dirigir la punta.

Volviendo nuevamente a la guarda, nos recuerda como dijimos el primitivo modelo Prusiano que no llegó a imponerse dado que cedió su lugar al 1860 de guarnición reformada, pero con las salvedades de presentar una contraguarda plana, cuya única defensa es una vuelta del material que junto con el galluelo ejercerían a modo de cazapuntas.



La hoja de nuestro protagonista no podía estar desacorde a la originalidad del ejemplar, con lo que nos encontramos con una hoja de arquitectura curva, de lomo plano al interior y filo corrido al exterior que se hace doble a dos mesas en la punta. Hasta aquí la similitud en formas y medidas con el modelo 1860 es patente salvo por el detalle de los dos canales paralelos que recorren la longitud de la misma desde la bigotera hasta el arranque de las dos mesas.
Este diseño, ampliamente conocido y documentado desde su origen francés (ver artículo las espadas de Ibiza) y cuyo único exponente en el armamento español de munición, es la Espada de Tropa de Caballería de Línea modelo del año 1815, es raro por no difícil de observar en hojas curvas, con lo que nuestra impresión es que para la fabricación de nuestro ejemplar, se usó la hoja modificada del 1860, que como vimos pervivía a finales del siglo XIX dada su calidad y robustez frente a otras contemporáneas de menor aceptación.


Detalle de la bigotera con la inscripción de la Fábrica de Artillería
de Toledo y el año de 1902 de fabricación


Para finalizar esta descripción, nos centraremos en la vaina metálica provista de una abrazadera y anilla escasa boquilla y batiente, acorde a la nueva moda imperante a finales del siglo XIX en que se suprimía la segunda abrazadera y anilla en la mayoría de los modelos de dotación.


Conclusiones:

Sin duda nos encontramos ante un ejemplar singular, que al igual que muchos otros proyectos no vieron -que sepamos- su adopción y regulación como armamento de munición de pleno derecho en virtud a las Reales Ordenes correspondientes. Su factura y medidas lo colocan como un diseño destinado para la Tropa y no la Oficialidad, y debido a los detalles de sus construcción me atrevería a atribuirle su paternidad al Capitán de Artillería d. José Robert Bordas al que debemos tantos grandes e importantes diseños, que la historia poco a poco va sacando a la luz para mayor gloria y conocimiento de su progenitor.

Ni que decir que cualquier dato o aclaración sobre el presente ejemplar será bien recibido y de agradecer.

Agradeciemientos.

Quiero expresar mi agradecimiento a mi amigo Javier I. Sanchís y su familia, en primer lugar por facilitarme las magníficas fotografías que ilustran el artículo, y en segundo lugar por permitirme dar a conocer un ejemplar que a ojos de la comunidad investigadora tiene mucho interés.




Proyecto de Sable para Tropa de Caballería de los Escuadrones de la Guardia Real. Toledo 1902



Longitud Total:  1020 mm
Longitud de la Hoja: 855 mm
Ancho de la Hoja:  29 mm
Grueso de la Hoja: 6 mm







Guardia Real de Alfonso XIII  / Augusto Ferrer Dalmau


Bibliografia:
-Armamento Portátil Español 1764-1939. B.Barceló Madrid 1976
-3 Siglos de Armamento Portátil en España. B. Barceló. Cala Millor 2002
-Los sables para institutos montados, institutos a pie y los sables Robert. J.L. Calvó Artículos. 2005
-Catálogo de la Exposición "Los Sables del Museo del Ejército" A. Bernalte / J.A González. Ministerio de Defensa. 2005
-Espada Sable Puerto Seguro La histórica verdad. V. Navarro Serra. Sabadell 2008
-Espadas de Montar y Sables de los Reales Guardias de Corps y del Real Cuerpo de Guardias de la Persona del Rey. Artículos varios / J. Luis Calvó/ 2006

Fotografías: Javier I. Sanchís Carlos-Roca