jueves, 30 de noviembre de 2023

Sable de Honor de don Isaac Peral y Caballero

La triste pérdida de un Sable Excepcional (Tte de Navío d. Isaac Peral y Caballero)


El 7 de junio de 1890, la Regente María Cristina de Habsburgo-Lorena, hacía entrega de un sable de honor al entonces Teniente de Navío don Isaac Peral y Caballero con motivo de la botadura y pruebas de mar del primer submarino eléctrico español, diseñado por el insigne marino.

La historia de este sable es la que ilustra el presente artículo:

Breve semblanza del Marino

Isaac Peral y Caballero nació en Cartagena el 1 de junio de 1851. En enero de 1860, y a pesar de la inicial oposición de sus padres, dada la falta de recursos familiares, ingresa en el Cuerpo General de la Armada como Aspirante al Colegio Naval de San Fernando, para conseguir tras dos años de estudios ser nombrado Guardiamarina de Segunda. 

Tras diversos destinos en distintos buques, es ascendido a Guardiamarina de Primera en 1870 y a Alférez de Navío en 1872, siendo los dos siguientes años de gran importancia en su vida como marino, participando en la Guerra de Cuba, y posteriormente en la Tercera Guerra Carlista a bordo de la goleta Sirena.

Su gran inquietud en el tema de la investigación de nuevas técnicas, en concreto de la electricidad, le llevarían a su nuevo destino en 1877 como oficial alumno de la Academia de Ampliación de Estudios de la Armada de San Fernando, donde terminaría sus estudios en 1880, ascendiendo a Teniente de Navío, siendo destinado a la Escuadra de Instrucción en Cartagena.

Tras un breve lapso de dos años que pasaría en Filipinas, -destino por él solicitado-, volverá en 1883 a la Academia de Ampliación como profesor donde impartiría diversas asignaturas.


Esos años en la Academia junto a otros oficiales expertos en distintas materias, despiertan en el joven Peral un interés por la navegación submarina, como posible arma estratégica en base a sus anteriores experiencias durante la guerra de Cuba. 

En palabras del Capitán de Navío d. Marcelino González, en su obra "Isaac Peral y su Submarino", Peral inicia su primer proyecto en 1884 como un sumergible torpedero con un motor de tres cilindros accionado por gas comprimido, para finalmente en 1885 y con motivo de la crisis que surge con Alemania por el intento de anexión por parte de ésta del archipiélago de las Carolinas, hasta la fecha bajo dominio español, escribe al Ministro de Marina a la sazón el Almirante Manuel de la Pezuela y Lobo, informándole de sus avances en la construcción de un buque sumergible accionado por electricidad.

"En estos últimos días he inventado y tengo todos los cálculos necesarios para la construcción de un barco torpedero submarino, que puede llevar en su interior, sin el menor peligro, los hombres necesarios para su manejo, sin que asome a la superficie del agua ni el menor rastro de dicho buque durante sus maniobras. Uno o dos de estos barcos bastaría para destruir impunemente en muy poco tiempo una escuadra poderosa..."

La propuesta de Peral suscitó el interés de las autoridades dando lugar al proyecto a pesar de la prematura muerte de Alfonso XII ocurrida el 25 de noviembre de 1885, que mantuvo detenido el mismo hasta el verano de 1886.

Tras diversos avatares y no siempre con el apoyo necesario, la botadura del sumergible tuvo lugar con gran expectación el 8 de Octubre de 1888, siendo un gran éxito con fuerte eco en la prensa del momento,  lo que despertó un gran interés en distintos sectores tanto dentro como fuera de la Armada.

Las pruebas de mar definitivas se efectuaron en mayo de 1890 en la cuales Peral navegó durante una hora sumergido a diez metros de profundidad, emergiendo en punto previsto con gran precisión, lo que despertó el entusiasmo de la gente así como de los medios de comunicación.

Con motivo del éxito en las mismas, Peral fue felicitado por la Reina Regente la cual le regaló un sable que había pertenecido a Alfonso XII, y que es el ejemplar al que dedicamos la presente entrada:

El Sable:

Nuestro ejemplar se trata de un Sable de Honor basado en los modelos imperantes durante la segunda mitad del siglo XIX para Oficial Superior, estando ricamente cincelado tanto en su guarnición como en su hoja.

El diario santanderino "El Atlántico" en su número 195, edición de 17 de julio de 1890, recoge con todo lujo de detalles la recepción que tuvo lugar el día 15 en palacio, en la cual la Reina Regente recibía al insigne marino entregándole el citado sable, siendo la minuciosidad de su descripción, clave para hacernos una idea de la riqueza del presente, desgraciadamente perdido a día de hoy:

"He aquí la descripción del sable que la Reina ha regalado al señor Peral:
Mide aproximadamente un metro y está encerrado en un estuche forrado de raso grana y terciopelo carmesí. En la tapa hay una placa bruñida con un escudo y la siguiente inscripción, cuyas palabras están cinceladas con mucho primor: "La Reina Regente al teniente de navío Peral, inventor del submarino." En el interior del estuche se ve también una inscripción con el escudo de España y el nombre de don Juan Martín, espadero y broncista de S.M.
A la empuñadura del sable sirve de remache la cabeza de un león, luego una corona enlazada con un ancla: toda la empuñadura es de metal dorado, perfectamente bruñido, y divísanse en ella atributos á la Marina.
La hoja es de acero acabada en afilado remate, un poco más ancho á su terminación. En la parte superior hay la siguiente inscripción por uno de sus lados: "Artillería .- Fábrica de Toledo.- 1890."
Al reverso se encuentra troquelado el escudo de España.
Por toda la hoja, por ambas caras, cincelados primorosamente y maqueados, se ven una antigua carabela, el dios Neptuno montado sobre su carro tirado por tritones, y algunas otra figuras mitológicas.
La dedicatoria, rodeando la hoja en forma de línea salomónica, dice así: " La reina regente a don Isaac Peral. - 7 de junio 1890."
Las letras son recortadas, bruñidas y con algunos caprichosos dibujos.
Cubren también la hoja hojas de laurel y tritones formando notable y artístico conjunto los diferentes trabajos, unos de bronce con su color natural, otros plateados y algunos incrustados en oro.
La vaina es de magnífico cuero color negro con cubiertas de chapas doradas, ostentando éstas dibujos hechos al cincel."

Fotografía de Prensa conservada en el Museo Naval de Madrid, donde se puede ver con cierto
detalle la morfología y decoración del sable regalado por la Reina Regente al insigne marino.
(posiblemente obtenida durante su presentación en la exposición de 1951)


La descripción anterior junto con la única fotografía que se conserva del mismo, procedente de la publicación en un diario (desconocemos la fecha), da fe de la laboriosidad del trabajo del maestro cincelador Juan Martín.

Cabecera del Diario Santaderino "El Atlántico" de fecha 17 de julio de 1890 donde se describe
con todo lujo de detalles la recepción en la cual Isaac Peral fue obsequiado con el sable de honor por
parte de la Reina Regente, Maria Cristina de Habsburgo-Lorena


Página del diario "El Atlántico" de fecha 17 de julio de 1890 donde
se describe la recepción, entrega y descripción del sable



En ella se describe un sable de honor a capricho, basado en la moda de la segunda mitad del siglo XIX cuya guarnición -aparantemente calada- está ricamente decorada con detalles en oro y plata mostrando diversas figuras alegóricas a la marina. En ella distinguimos una breve cazoleta dotada de charnela abatible para portar ceñido, al igual que el modelo de Oficial Superior de la Armada del año 1844/57. Es también apreciable un vigoroso galluelo de formas circulares e igual decoración.
El artículo publicado en "El Atlántico" no hace mención a la empuñadura, la cual suponemos de marfil alambrado al gusto de la época. Por último una monterilla corrida que remata en cimera de león a cuya boca se fija con firmeza la cola del aro guardamanos.

La hoja que atiende al modelo anteriormente descrito de 1844/57, es ligeramente curva, con lomo redondo al interior que forma nervadura en la pala, al exterior filo corrido formando un leve contrafilo en lengua de carpa.  

La hoja se halla profusamente decorada en su mitad fuerte, con bellos grabados y alegorías marinas cinceladas en oro y plata, hacia el final del tercio fuerte, se adivina una decoración calada en forma de venera, lugar donde se produjo la fractura.

Gracias a la fotografía publicada por la prensa, podemos también hacernos idea de la riqueza de la vaina, con juegos ricamente labrados en latón, un amplio brocal y abrazadera dotados ambos de anillas de suspensión, al igual que la gran contera con su correspondiente aunque breve batiente.



detalle de la hoja partida donde se puede observar la profusa decoración y la leyenda:
"Isaac Peral 7 de junio de 1890"


detalle de la hoja partida donde se puede observar la profusa decoración y la leyenda:
"La Reina Regente"


La historía de este magnífico sable se truncó al parecer y según la documentación consultada en el Museo Naval de Madrid, cuando fue parcialmente robado durante una exposición celebrada en 1951.

Al parecer al intentar sustraerla la preciada joya fracturaron la hoja debido a sus calados en el tercio fuerte. En tal incidente se perdió la rica guarnición así como la vaina, conservándose en la actualidad tan solo el fragmento que ilustra el presente artículo, muy posiblemente debido a la fijación utilizada  para tratar de impedir precisamente lo ocurrido.

De esta manera nunca más se supo del regalo a tan ilustre científico y marino, y tan sólo hemos podido saber las formas originales, gracias a la única fotografía de prensa existente, así como a detallada descripción con que el redactor de "El Atlántico" nos quiso regalar hace más de 130 años.


En el retrato de don Isaac Peral conservado en el Ayuntamiento de Cartagena, podemos verle vistiendo uniforme de gala y pendiente un sable. La posición del mismo tan sólo nos permite apreciar parte de la guarnición con empuñadura de marfil y pomo con monterilla corrida rematada en cabeza de león, pudiendo tratarse tanto del modelo para Oficial General de la Armada del año 1844/57 conservado en Cartagena junto a parte de sus pertenencias, como del obsequio real, siendo un tema que dejamos a la imaginación del lector.

Isaac Peral y Caballero / Manuel Ussel de Guimbarda 1890 / 
Ayuntamiento de Cartagena


Agradecimientos:

Quisiéramos agradecer la gentileza del Museo Naval de Madrid, en la persona de D. Santiago Rumeu Casares, Conservador de la Colección de Arma Blanca, por facilitarnos las fotografías del fragmento de hoja que se conserva en la citada institución.


Bibliografia:
-Armamento Portátil Español 1764-1939. B.Barceló Madrid 1976
-3 Siglos de Armamento Portátil en España. B. Barceló. Cala Millor 2002
-Catálogo de Armas Blancas del Museo Naval de Madrid. M.J Melero/Adolfo Bernalte Madrid 2006
-Breve reseña de las ordenanzas desde 1717 en cuanto al armamento usado por los distinto cuerpos de la Armada Española. Adolfo Bernalte Sánchez. Madrid 2006
-Isaac Peral un genio incomprendido / Marcelino Gonzalez / Armada.defensa.gob.es/archivos
-Biblioteca virtual de prensa histórica / Diario El Atlantico nº 195 / 1890
-Biblioteca Virtual de la defensa / Fichas de fondos patrimoniales






miércoles, 29 de noviembre de 2023

"Mandobles, Montantes y Estoques"


En una nueva sección voy a intentar recopilar una serie de artículos y trabajos publicados con anterioridad a la existencia del blog, y que en algunos casos se han ido perdiendo o disgregando por internet. Aunque muchas veces se puedan salir del espíritu de este trabajo en cuanto al Armamento Reglamentario, no dejan de ser interesantes pues nos pueden ayudar a comprender el proceso evolutivo del mismo. (n.A)


Mandobles, Montantes y Estoques 

(Publicado para los foros de la Asociación Española de Esgrima Antigua. 2004)

"El término “Mandoble”, como su propio nombre indica, “Mano doble”, designa de forma genérica, un tipo de espada la cual debido principalmente a su diseño y dimensiones, precisa para su uso de las dos manos. De igual manera, al hecho de golpear con la espada usando para ello ambas manos, recibe también el nombre “Mandoble”. Es por tanto, que podemos distinguir dos significados distintos del mismo vocablo, uno en lo referente a la morfología del arma en sí, y otro en cuanto a su forma de uso.

 Refiriéndonos al primero, que es el que realmente nos interesa en el presente estudio, vamos a definir con la voz “Mandoble”, toda aquella espada, que debido a sus características morfológicas tales como dimensiones ó diseño, van a conceptuar, un estilo de esgrima, en el cual el uso de ambas manos será indispensable.

 Esta tipología de espada, va a su vez a agrupar a otras subcategorías que a su vez englobarán todas aquellas espadas o espadones de dos manos independientemente de su datación cronológica, diseño o forma de uso. Para centrarnos en el término genérico que nos ocupa, colocaremos el punto de origen de dicha tipología hacia la primera mitad del siglo XIV. Atendiendo a tales fechas, (1300-1350), vamos a encontrarnos con una serie de características afines a la data, como es el caso de las guarniciones de arriaz recto, con los gavilanes en ocasiones ligeramente curvados hacia la hoja, así como el pomo generalmente de forma discoidal.

 Este tipo de guarniciones, suelen presentar, una hoja de cierta longitud, normalmente por encima de los 90 cm, llegando en algunos ejemplares hasta los 110 cm. Estas hojas, dotadas de dos filos, y evolucionadas de tipologías anteriores en función del desarrollo paralelo del armamento defensivo, presentan en determinadas ocasiones algún vaceo o canal central en los dos primeros tercios de su longitud, y van a precisar, -como ya hemos dicho- de grandes empuñaduras para su afianzamiento con ambas manos, así como de grandes pomos que aporten equilibrio al conjunto.

 Su peso total, es importante por supuesto, pero nunca debemos olvidar que son espadas y por tanto sujetas a una funcionalidad específica. Son muy raras las muestras que llegan a los 2,5 Kg. de peso. (esta tipología de espadas, se podría englobar perfectamente en los denominados tipo: XIIa, XIIIa, según la clasificación del profesor E. Oakeshott, y aparecen mencionadas como “Grandes Espadas de Guerra”, ó “Espadas Alemanas” debido principalmente a la notable presencia en los grupos escultóricos pertenecientes a tumbas alemanas de mediados del siglo XIV).

 La función primordial de estas espadas es el golpe de corte, con lo cual ambos filos se prolongarán hasta el talón no precisando –en principio- ninguna protección auxiliar por delante de la cruz, -protección, que aparecerá no obstante en un corto periodo de tiempo, con motivo de la evolución hacia una esgrima mixta, en la cual el uso conjunto de corte y punta, prevalecerá sobre la anterior-.

 La evolución lógica del armamento defensivo, -arneses de placas- va a influir notoriamente en las formas de nuestra espada. La necesidad de atravesar dichas protecciones provocará que los filos pierdan progresivamente su paralelismo, -característica de la tipología anterior- formando en este caso, una aguda punta destinada para tal fin. La sección variará también ganando en grosor –secciones romboidales- con la lógica pérdida de los vaceos, como consecuencia de las nuevas exigencias de ataque de punta. Estas circunstancias propiciarán a su vez una cierta pérdida en la longitud de las hojas, -unos 90 cm. aprox.- o en su defecto volviéndose más estrechas, evitando de esta manera el peso excesivo de las mismas, aunque las empuñaduras mantendrán durante algún tiempo más, su característica de doble mano, sobre todo en las hojas de mayor longitud. (Tipo XVa en la clasificación del Profesor Oakeshott).

Todos estos cambios que se sucederán a lo largo del siglo XIV, van a conformar la morfología de otras subcategorías que irán apareciendo como consecuencia del proceso evolutivo del armamento defensivo, por citar algunas, y al hilo de lo anterior, tenemos una rama de dicha evolución que culminará en los estoques del siglo XV, en los cuales, de forma progresiva a la disminución de la longitud de las hojas, -entre 70 y 80 cm.- se producirá también la disminución de la longitud de las empuñaduras, hasta prácticamente perder su calificación de “mano dobles”. (Tipo XV en la clasificación del Profesor Oakeshott)

 En otra de las ramas evolutivas podemos citar las denominadas “espadas bastardas” de mano y media, que tienen sus máximos exponentes durante la segunda mitad del siglo XIV, y principios del XV. Esta nueva tipología acepta varias morfologías en cuanto a su hoja se refiere, encontrándonos ejemplares del tipo XVa –citado anteriormente- así como otras provistas de fuertes hojas ocasionalmente acanaladas en su mitad fuerte, y dotadas de filos convergentes, pudiendo ser usadas indistintamente como armas de corte ó de punta, (Tipos XVIa y XVII en la clasificación del Profesor Oakeshott), a la vez que presentan una empuñadura que aún siendo un poco más corta que las anteriores, permite no obstante su doble empuñadura.

 El término “Bastarda”, con que se designa esta tipología, se aplica ya los siglos XV y XVI, y aparece bien documentado en un tratado del siglo XVII de Marc de Vulson “Vray Theatre d´Honneur”, el cual haciendo referencia a un duelo en 1549, Enrique II de Francia menciona “Deux epées bâtardes, puovant servir à une main ou à deux”

 Todas estas espadas, -enclavadas aún en un contexto medieval-, se encuentran ligadas de forma coherente al espíritu caballeresco que reinará en la Europa desde la alta Edad Media, son por tanto el armamento indiscutible del caballero, para ser usadas tanto a caballo como a pié. Este concepto en sí, no implica que se trate de un arma exclusivamente de Caballería, -y esto es muy importante comprenderlo- ya que eran ceñidas por el caballero, en virtud de su posición social y estatus nobiliario, al igual que el resto de las armas de su panoplia armamentística, incluida su montura, -el conjunto denominado “lanza”-. Creemos por lo tanto que es más correcto hablar del armamento de un determinado estamento social, más que el de un arma determinada del ejército, tales como la Caballería, o la Infantería, -independientemente de que la tropa también se equipase con espadas en un momento posterior, como complemento de su propia panoplia-.

 En otro orden de cosas, y siguiendo nuestro repaso al proceso evolutivo del que hablábamos anteriormente, nos encontramos con otra de sus ramas, la cual va a originar una tipología de Mandoble muy peculiar, heredero en cierta medida de las formas de sus antecesores, pero con ciertas características muy concretas que van a determinar, tanto su forma de uso, como de su usuario, nos referimos como no al Montante.

 El origen del Montante vamos a situarlo cronológicamente, hacia el último tercio del siglo XV, como evolución de algunas de las tipologías anteriores que determinarán una gran espada, cuya longitud de hoja supera fácilmente los 120 cm. Y para uso exclusivo del soldado de a pie. Esta tipología tendrá sus máximos exponentes durante el siglo XVI, siendo escasos los ejemplares de principios del XVII. Estas piezas, -como ya hemos dicho- presentan unas hojas de gran longitud y cuya anchura máxima, oscila entre los 40-70 mm. En muchas ocasiones con uno ó varios canales que recorren los tercios fuertes rebajando de esta forma su peso a la vez que añadiendo rigidez. Una de las características más llamativas en estas grandes espadas, es la existencia –no en todos los casos- de una cruceta ó falsa guarda, situada en el tercio fuerte, y que tiene como misión, proporcionar un asimiento protegido, por delante de la cruz mejorando de esta manera el equilibrio del conjunto, en determinadas técnicas esgrimísticas. En otros casos, la existencia de un largo recazo suplirá la función de la mencionada cruceta. Seguirá manteniéndose la guarnición de cruz de gavilanes rectos, con la presencia ocasional de uno o dos puentes de guarda, adecuándose a las medidas y modas artísticas del momento, con empuñaduras no ya de dos manos, sino de hasta cuatro y cinco –si las hubiere-, y con grandes pomos para equilibrar todo el conjunto, que abandonando las formas discoidales, más comunes en el medievo, adoptarán formas esféricas, periformes, lobuladas etc. Más en la línea renacentista que nos ocupa. Aún con esto volvemos al hecho de tratarse de armas funcionales, con lo que rara vez excederán de los 3 Kg. de peso.

 En la familia de los Montantes, existe una categoría que por sus peculiares características, merece especial atención, nos referimos, a los denominados “de Lansquenette” ó “Zweihänder Schlachtschwerter” (Espadas de batalla de dos manos) por haberlos hecho famosos esta variopinta tropa de soldados mercenarios. Se trata de grandes espadones de origen suizo y germánico, que presentan exageradas hojas de longitud y anchura mayores que las citadas anteriormente, existiendo muestras de más de dos metros de longitud total, pero también en algunos casos con menor grosor de sección. Estas grandes hojas no mantienen un canon específico mostrándose tan anárquicas en su construcción como el propio espíritu de sus propietarios. Abundando las formas flamígeras, las grandes crucetas en forma de media luna, etc. Con guarniciones de cruz recta, cuya factura es más parecida a obras de rejería que a protecciones propiamente dichas.

 Estos espadones, estaban concebidos para su uso exclusivamente a pie y servían para abrir paso entre las formaciones de piqueros, en el contexto de un ejército moderno. A diferencia de sus antepasados medievales, aquí si podemos hablar de una espada para un cuerpo determinado de Infantería, en este caso los Lansquenettes. Obviamente, debido a su diseño y construcción, se trata de espadas más pesadas que sus antecesoras, pero insisto en que la mayoría de ellas nos sorprendería por su ligereza en función de su tamaño, pues como dice un gran amigo y colega nuestro “eran antiguos, pero no idiotas..”

 Retrocediendo de nuevo al siglo XV, vamos a enlazar con otra rama en la evolución de nuestros espadones, Las grandes espadas escocesas, comúnmente denominadas “Claymore”, del gaélico “Claidheamh mòhr” o “Espada grande”. Esta tipología de espadones, se caracteriza principalmente por su arriaz de brazos caídos, hacia la hoja, formando un ángulo, así como los remates de los gavilanes, siendo los más conocidos, los de forma de trifoglio o tetrafoglio, -ya del siglo XVI-. Poseen una larga empuñadura que remata en grandes pomos del tipo discoidal. Las hojas tiene una longitud normalmente superior 110 cm. son de dos filos paralelos, presentando en muy determinadas ocasiones un ligero vaceo central. En siglos posteriores, sobre todo el XVIII, el nombre “Claymore”, se utilizará para designar –erróneamente- a prácticamente la totalidad de las espadas de producción escocesa, principalmente las de guarnición de farol “Baskethilted Broadswords”.

Existen otros tipos de espadones, mandobles, estoques y montantes, que debido a su carácter ceremonial, – en casos como la representación del poder real o eclesiástico-no vamos a tocar por el momento, en este grupo entrarían los Montantes y Mandobles de Ceremonia, Los Estoques Pontificios, etc

Como hemos podido apreciar, en esta pequeña introducción, la existencia de espadas de dos manos o mandobles, se puede situar en origen, en la primera mitad del siglo XIV, habiendo sufrido ciertos cambios morfológicos en función de su técnica de uso a lo largo del siglo XV, y culminando en los grandes exponentes del siglo XVI, a partir de los cuales, va a caer rápidamente en desuso, como consecuencia entre otras, del avance técnico del armamento de fuego, el cual modificará radicalmente las técnicas de combate en la guerra moderna, manteniéndose únicamente como espadas de tipo ceremonial. De esta forma entendemos que el término mandoble en su origen, agrupará todas las demás posibles acepciones, en cuanto a una espada de dos manos, independientemente de su datación o tipología, siendo el resto de los casos, como el Montante, el Estoque, y cualquier otro tipo de espada de dos manos, ejemplos muy concretos, destinados a un uso también muy concreto en virtud de su funcionalidad."