Antecedentes Históricos.
La denominada Milicia Nacional, tiene su origen en la agrupación más o menos reglamentada, de juntas locales y provinciales, que tras la destrucción de parte del ejército regular durante la guerra de la independencia, armaron a la ciudadanía contra el invasor francés. Su primera ordenación data de la Constitución de 1812, desapareciendo dos años después al ser derogada dicha constitución por el poder absolutista de Fernando VII, lo que conllevó la disolución de la misma.
En 1820 con la Instauración del Trienio Liberal, vuelve a restituirse, actuando en gran medida contra los movimientos absolutistas, y desaparece definitivamente en 1823 con el fin del trienio, y sustituida por una milicia fiel al monarca denominada Voluntarios Realistas.
Aún claramente separada del ejército regular, se ordenó en dos armas, Caballería e Infantería.
Debido a la necesidad de contingente armado durante las Guerras Carlistas, la Regente María Cristina de Borbón se vio abocada a activar de nuevo la Milicia Nacional, que luchó del bando isabelino ganando sus primeros estandartes de guerra como reconocimiento a su labor. Posteriormente durante el Reinado de Isabel II, la corona y la Milicia de espíritu liberal, tuvieron bastantes discrepancias.
Habiendo participado tanto en los hechos de la Granja, en 1836, como en la caída de la Regente, en favor de Espartero, así como en los pronunciamientos de 1841 que llevaron al paredón al insigne Diego de León, hasta la restitución del moderantismo en 1843, Narvaez la disolvió de nuevo encomendando parte de sus cometidos a la recién creada Guardia Civil.
Durante la regencia del Duque de la Victoria, fue brevemente restablecida, para posteriormente a la caída de éste disolverse nuevamente por O´Donell.
Durante la Primera República, el presidente Castelar la restableció por decreto hasta que en 1876, el gobierno de Cánovas del Castillo, la disolvió definitivamente.
La Constitución Política de la Monarquía Española Promulgada en Cádiz a 19 de Marzo de 1812, cita textualmente en su Título primero," De la Nación Española y de los Españoles" Capítulo segundo, Artículo noveno: "Está así mismo obligado todo español, a defender la Patria con las armas cuando sea llamado por la Ley"
Debido a la necesidad de contingente armado durante las Guerras Carlistas, la Regente María Cristina de Borbón se vio abocada a activar de nuevo la Milicia Nacional, que luchó del bando isabelino ganando sus primeros estandartes de guerra como reconocimiento a su labor. Posteriormente durante el Reinado de Isabel II, la corona y la Milicia de espíritu liberal, tuvieron bastantes discrepancias.
Habiendo participado tanto en los hechos de la Granja, en 1836, como en la caída de la Regente, en favor de Espartero, así como en los pronunciamientos de 1841 que llevaron al paredón al insigne Diego de León, hasta la restitución del moderantismo en 1843, Narvaez la disolvió de nuevo encomendando parte de sus cometidos a la recién creada Guardia Civil.
Durante la regencia del Duque de la Victoria, fue brevemente restablecida, para posteriormente a la caída de éste disolverse nuevamente por O´Donell.
Durante la Primera República, el presidente Castelar la restableció por decreto hasta que en 1876, el gobierno de Cánovas del Castillo, la disolvió definitivamente.
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| Sable para Oficial de la Milicia Nacional periodo de 1820-1823 |
La Constitución Política de la Monarquía Española Promulgada en Cádiz a 19 de Marzo de 1812, cita textualmente en su Título primero," De la Nación Española y de los Españoles" Capítulo segundo, Artículo noveno: "Está así mismo obligado todo español, a defender la Patria con las armas cuando sea llamado por la Ley"
Al no existir como cuerpo reglamentario del ejército, los oficiales de la Milicia Nacional, no dispusieron de armamento reglamentario de munición, debiendo costearse ellos mismo su armamento en los distintos industriales y comercios del sector, atendiendo a la moda imperante,
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| Guarnición de estribo sencilla, puño recto de ébano estriado con ballestillas doradas |
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| Detalles del pomo de cabeza de león |
El ejemplar que ilustramos:
Se trata de un sable de hoja ligeramente curvada, con lomo recto al interior y filo corrido al exterior que se hace doble en la pala. Presenta bigotera y un amplio vaceo con grabados geométricos y trofeos junto con la leyenda "POR MY LEY Y POR MY REY" y un canal superior que recorre la hoja desde el fin del tercio fuerte hasta prácticamente la pala.
Dicha leyenda hace clara alusión a que primero se encuentra la Ley, es decir la Constitución de 1812, por encima del poder del monarca. Pensamiento claramente englobado en el marco histórico del Trienio Liberal desde 1820 hasta 1823, en que se deroga definitivamente la Constitución dando paso al absolutismo de la llamada Década Ominosa...
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| "POR MY LEY Y POR MY REY" (En ambos planos de la hoja) |
La guarnición de las denominadas de estribo, realizada en hierro. Empuñadura de ébano recta con estrías longitudinales y con cuatro ballestillas de latón dorado y un precioso pomo en cabeza de león en bronce dorado.
La vaina es de cuero negro con los juegos (brocal y contera) en metal blanco. El brocal está provisto de una anilla de fijación.
Longitud Total: 975 mm
Longitud de la Hoja: 850 mm
Anchura de la Hoja: 30 mm
Grosor de la Hoja: 8 mm
Bibliografía:
- Sables y Espadas de Oficial de la Milicia Nacional (Juan Luis Calvó / Artículo / 2006)
- Espadas y Sables de Oficial de las Milicias Provinciales (Juan Luis Calvó / Artículo / 2006)
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| Botón de Milicia Nacional (Periodo Isabel II) |
Bibliografía:
- Sables y Espadas de Oficial de la Milicia Nacional (Juan Luis Calvó / Artículo / 2006)
- Espadas y Sables de Oficial de las Milicias Provinciales (Juan Luis Calvó / Artículo / 2006)
